Qué hacer un fin de semana en Prades, en el sur de Francia

Los alrededores de Prades: una maravilla para explorar

Prades es un lugar que conquista nada más llegar. Rodeada de naturaleza y con el majestuoso Canigó como telón de fondo, esta pequeña ciudad es un paraíso para quienes buscan desconectar entre paisajes únicos. Desde casi cualquier rincón de Prades puedes contemplar la imponente montaña, que parece proteger el lugar con su presencia serena.

Uno de los mayores atractivos de la zona es el famoso Tren Amarillo de la Cerdaña, una experiencia que te transporta a través de algunos de los paisajes más espectaculares del Parque Natural Regional del Pirineo Catalán. El recorrido ofrece vistas inolvidables y una manera diferente de adentrarse en la belleza de esta región.

Nuestro itinerario perfecto en Prades y el sur de Francia

Si sigues leyendo, te cuento todos los detalles de nuestro viaje: dónde dormimos, los lugares encantadores donde comimos, y los rincones mágicos que visitamos. Si estás planeando una escapada similar, no te pierdas estas recomendaciones que harán de tu viaje una experiencia única.

A veces, la vida nos regala pequeñas joyas, y este fin de semana pasado fue una de ellas. Mi marido y yo decidimos escaparnos al sur de Francia, buscando esa mezcla perfecta de desconexión y romanticismo. Fue así como descubrimos Castell Rose, un rincón que parece sacado de un cuento de hadas.

Castell Rose es un antiguo castillo medieval, transformado con mimo en un hotel boutique que deslumbra por su elegancia y calidez. Ubicado en el encantador pueblo de Prades, este lugar es gestionado con pasión por Alejandra y Bruno, una pareja entrañable que ha convertido su sueño en un refugio para viajeros como nosotros.

Lujo accesible y detalles que enamoran

Lo primero que me sorprendió fue la relación calidad-precio: por 150€ la noche disfrutamos de una habitación donde cabían hasta tres personas, con baño privado, vistas espectaculares y comodidades que hacen la diferencia, como nevera y cafetera. Pero eso no es todo: el desayuno incluido es una experiencia en sí misma. Productos locales, frescos y deliciosos, servidos mientras contemplas la majestuosidad de los Pirineos.

Además, el hotel cuenta con una amplia finca donde puedes aparcar cómodamente, relajarte junto a la piscina o incluso echar un partido de pádel. Cada rincón está diseñado para que desconectes y disfrutes.

Un rincón para volver

Si buscas un lugar para una escapada romántica, no puedo recomendar Castell Rose lo suficiente. La atmósfera, el trato y los detalles lo convierten en un destino inolvidable. Nosotros ya estamos planeando nuestra próxima visita.

Si te animas, aquí tienes sus datos de contacto:

📍 Dirección: 2bis Chemin De La Llitera, 66500 PRADES – FRANCE

📞 Teléfono: +33 6 71 73 54 92

✉️ Correo: castellrosaprades@gmail.com

El Tren Amarillo de la Cerdaña, conocido cariñosamente como «Le Canari» por su distintivo color, es una joya ferroviaria que serpentea por los majestuosos paisajes del Parque Natural Regional de los Pirineos Catalanes. Este emblemático tren une Villefranche-de-Conflent con Latour-de-Carol, recorriendo 63 kilómetros de vistas panorámicas que deleitan a cada pasajero.

Un viaje por las alturas con El Canario

Inaugurado en el año 1910, el Tren Amarillo asciende desde los 427 metros de altitud en Villefranche-de-Conflent hasta los 1.593 metros en la estación de Bolquère-Eyne, la más alta de Francia. A lo largo de su trayecto, el tren atraviesa impresionantes estructuras como el viaducto Séjourné y el puente Gisclard, ambos catalogados como monumentos históricos. La velocidad moderada del tren, alrededor de 30 km/h, permite a los viajeros sumergirse en la belleza del valle del Têt y la meseta de la Cerdaña, ofreciendo una experiencia visual inigualable.

Te linkeo la web oficial del Tren Amarillo para que puedas ver horarios y tarifas según te convenga.

El recorrido del Tren Amarillo no solo deslumbra por sus paisajes, sino también por los pueblos llenos de historia que jalonan su trayecto. Dos paradas imprescindibles para los amantes de la arquitectura medieval y la tranquilidad de los pequeños pueblos medievales son Villefranche-de-Conflent y Mont-Louis.

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Villefranche-de-Conflent es un ejemplo fascinante de una villa medieval fortificada. Fundada en el siglo XI, su estratégica ubicación en la confluencia de tres valles la convirtió en un punto clave para la defensa de la región.

Qué visitar en Villefranche-de-Conflent:

Murallas y fortificaciones: La ciudad está rodeada por imponentes murallas diseñadas por el ingeniero militar Vauban en el siglo XVII. Puedes caminar sobre ellas y disfrutar de vistas panorámicas al valle.

Fort Liberia: Esta fortaleza, situada en lo alto de la montaña, ofrece una experiencia única. Puedes subir por un sendero o enfrentarte a la escalera subterránea de 734 peldaños que conecta el pueblo con el fuerte.

Calles medievales: Pasea por las callejuelas empedradas, repletas de talleres artesanales y pequeñas tiendas que parecen sacadas de otra época.

Cueva de Canalettes: A pocos minutos del pueblo, esta cueva te sorprenderá con sus formaciones naturales y espectáculos de luz y sonido.

Consejos prácticos: Dedica al menos medio día a explorar Villefranche-de-Conflent. Si tienes más tiempo, considera quedarte hasta el atardecer, cuando las murallas se iluminan y el pueblo adquiere una atmósfera mágica.

A más de 1.600 metros de altitud, Mont-Louis se alza como el pueblo fortificado más alto del país y, al igual que Villefranche, forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a las obras de Vauban. Fundado en 1681, este lugar combina historia militar con un entorno natural impresionante.

Qué visitar en Mont-Louis:

Ciudadela de Mont-Louis: Este complejo militar, aún en uso, es uno de los mejores ejemplos de la ingeniería de Vauban. Se pueden realizar visitas guiadas para descubrir su historia y arquitectura.

Hornos solares: Mont-Louis es pionero en la experimentación con energía solar, y su horno solar, construido en los años 40, es una atracción única. Ofrecen demostraciones y talleres educativos para aprender más sobre esta tecnología innovadora.

Iglesia de San Luis: Un encantador templo del siglo XVII, cuya sencillez refleja la historia austera pero fascinante del pueblo.

Senderismo: Desde Mont-Louis parten varias rutas de senderismo que te llevan a explorar los paisajes circundantes, desde bosques hasta miradores espectaculares.

Como tip del día te diré que reserves tiempo para disfrutar de una comida en alguno de los restaurantes locales. Muchos de ellos ofrecen platos tradicionales de montaña como la raclette o el cassoulet que están… ou la la!.

Tanto Villefranche-de-Conflent como Mont-Louis son ideales para detenerte y saborear la historia, la cultura y la naturaleza de los Pirineos. Recorrer estos pueblos te transporta a un pasado donde la vida tenía otro ritmo, un regalo perfecto para desconectar del bullicio moderno.

El Tren Amarillo no solo es el medio para llegar, sino parte de la experiencia: una aventura que une paisajes, historia y autenticidad en cada kilómetro.