Isla de Moines, Vannes, Sene, byalbaflores

Tres días por Vannes, Séné y la Isla de Moines, la Bretaña francesa

Me encantaría empezar describiendo mi asombro por los paisajes que presencié durante mis tres días de recorrido por el sur de Bretaña. Desde playas largas y llenas de dunas, zonas boscosas con una vegetación impresionante, pueblos medievales llenos de encanto y zonas repletas de frondosas flores por todas partes.

El aeropuerto donde aterricé está en la ciudad de Nantes. Justo delante del pequeño aeropuerto, hay una parada de buses que te llevarán al centro de la ciudad, entre otros destinos. El bus que te lleva directo al centro vale 9€.

En el caso de mis amigas y yo, nos quedamos poco en Nantes y fuimos directamente (con un Blablacar) hacia Vannes, donde empezamos nuestra escapadita. A continuación, te especifico el listado de los asombrosos lugares que visitamos en tres días, además de un par de restaurantes donde comer ostras y otro marisco fresquísimo, y crepes o galettes buenísimas. ¡No te lo pierdas!

Vannes

Vannes es una ciudad medieval llena de rincones preciosos. Te recomiendo el centro de la ciudad y sus callejuelas, así como el jardín que abarca un lateral del centro donde hacen exposiciones temporales. Además, hay un mercado que se llama Les Halles de Vannes donde sirven comida marroquí que te chuparás los dedos, nosotras compramos allí para comer y nos encantó. También hay un museo con entrada gratuita que se llama La Cohue donde hay exposiciones temporales e interesantes.

Séné

Qué puedo decir de Séné a parte de WOOOOOOOW. Es decir, fascinante. Se trata de un pueblecito costero de La Bretaña que te dejará flipando. Prefiero haber visitado Séné que Vannes o Nantes. Y es que las fotos hablan por sí solas.

Te recomiendo coger una bicicleta y rodear la costa. Yo fui en bicicleta por la zona desde Langle hasta el Dolmen de Gorneveze.

En cuánto a restaurante, te recomiendo ir al Captain Mareé. Sirven marisco fresquísimo y buenísimo. Las ostras van a euro, no digo más. Dato: fuimos un viernes y resulta que cada viernes noche (ve sobre las 8 de la tarde) hacen un juego de canciones entre los comensales que te hará cantar, bailar, reír y disfrutar mientras el sol cae y se esconde por el atlántico. En las fotos te he puesto el restaurante y el sunset que admirarás presencialmente si me haces caso.

Isla de Moines

Es una isla espectacular. Lo que más me gustó de mi viaje, después de Séné. Llegarás a ella a través de una lanzadera que sale desde el Port-Blanc, un pueblo costero a unos 15 minutos de la ciudad de Vannes. En nada y menos estás en la isla y el billete no llega a los 10€.

Hay un camping en el centro de la isla con unas cabañas súper cómodas, aunque te digo que con un día recorres la isla de sobras. Más todavía si alquilas una bicicleta en el puerto y lo haces todo en bici.

Te invito a que visites el pueblecito del centro, es una locura de precioso y hay un lugar específico muy conocido por albergar dólmenes prehistóricos.

Playa de Kerhillio

Una playa llena de dunas, muy muy pero que muy larga y muy muy pero que muy llana (nivel que debes andar medio mundo para mojarte las rodillas). Es muy conocida por los surferos, así que si buscas a gente que le mole este rollito, los encontrarás ahí. Diría que su punto fuerte es la paz que transmite al ser un espacio tan abierto, llano y de colores pálidos y neutros que relajan un montón. Si quieres un día chill, ve a esta playa.

Carnac y su playa

Un pueblecito muy chulo y con mucho ambiente por las calles. Tiene una playa larga y llena de franceses mezclados con turistas. Por supuesto, es mucho más turístico que la playa de Kerhillio. Te recomiendo entrar hacia el pueblo e ir al restaurante La Poêle à Crèpes. Hacen una Galettes (crepes saladas para los incultos -yo era una inculta antes de ir) que flipas. ¡Están buenísimas!

Pd: en la playa me encontré una medusa, así que cuidadín que no te piquen.

Auray, un pueblo medieval

Si te gusta visitar pueblos medievales, no dejes de ir a Auray. Tiene un río que atraviesa el pueblo que deja unas vistas muy chulas. Además, muchas casas tienen una arquitectura peculiar que muestran el poder adquisitivo del momento. Esto se debe a que Auray fue un pueblo donde desembarcaban los comerciantes y donde hacían negocios, a parte de dormir algunas noches en el pueblo durante sus viajes de negocios.

No dejes nunca de viajar y descubrir mundo